La frase que ocupa esta fotografía y yo nos encontramos hace a penas unos días en una calle de Murcia, la fotografié porque pertenece a una de mis películas favoritas: Tu vida en 65 minutos y me alegró ver que a alguien también le llego dentro la historia de esta película. Hoy yo soy la pared y me sirvo de esta foto que acompaña a mis palabras.
Siempre fueron pocas todas las palabras cuando intento sacar por la boca lo que guardo bajo las alas; se convierte todo en una superficie tapiada y envenenada por el color petroleo del miedo.
Enmudezco, naufraga de mi propia tempestad en la que nunca pude, para combatirla, bailar. Bailarle y bailarme, a solas, olvidándome de esos silencios a los que me acojo para salvarme.
Qué puedo hacer yo cuando el silencio me viste del velo más inescrutable y me tatúa de palabras el alma, que nadie lee, que nadie sabe. Me visitan todas esas cicatrices y me convierto en cuatro paredes que, invisibles, sostienen todo aquello que nació para divagar entre paseos confusos por un infierno interno y meras probabilidades de salir, afuera, donde rápido todo se enfría, donde nadie se para a escuchar...
un silencio, una palabra...
Unodelosmuchostrozosdelosqueaprendídeestapelícula.
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Hola!!! La pelicula no la he visto ,pero solo el titulo invita a la reflexión como tus palabras,tus sentimientos..
ResponderEliminarpalabras que me llegan y comparto .. que puedo hacer cuando el silencio me viste...y me tatúa de palabras el alma, que nadie lee ,que nadie sabe..
donde nadie se para a escuchar..
lleno de sensibilidad!!!
un gran abrazo
Yo tampoco he visto la peli...
ResponderEliminarSilvia y tu sois igual de reflexivas, jeje...
Besitos!
Bonita tu y tus palabras.
ResponderEliminarSiempre pendiente, siempre dejando su huella y haciéndome sacar las mejores sonrisas.
Alegras mi blog como la que más :)
Gracias por tus ánimos y por tus mimos.
A ver si dentro de poco nos vemos y brindamos que se ha ido la primavera pero ha llegado el bonito verano, y que los tiempos feos se han medio ido, y ahora todo lo que viene son cosas buenas bonitas y quien sabe tal vez baratas.
Besos fuertes con sabor a canela, con olor a luna.