Porque quiero ser revolucionaria de mi propia vida...

miércoles, 18 de abril de 2012

De puntillas por el mundo*


Que alguien me enseñe a no soñar.

Que me duele el tiempo, el silencio y las miradas de plástico.
Los días me atropellan si veo pasear los corazones oxidados, con riesgo de sentir, con riesgo de soñar; de subirse a los tejados del pensamiento a tocar la luna con los dedos.
Me mata lentamente esta sociedad que no entiende de verdades, que taladra el alma con el miedo que ahora, gris, nos pinta la neblina social en el cielo.





Que alguien se pare un minuto a ver cómo giran las huellas de este mundo.

Algo hay que no funciona entre tanta tecnología exacta, voces que no escuchamos gritando entre tanto ruido ahumado, hay tanto vértigo a caer en el infierno de los sentimientos que la empatía es la ideología de pocas personas y el miedo de aquell@s que se lucran del sufrimiento de otra tanta multitud.
Menos mal que tengo fuerte el corazón y es la esperanza una fuerte valla a la que me agarro, para que no entre a matarme el despojo del que ahora se nutre la inhumanidad.

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miércoles, 11 de abril de 2012

Siénteme cerca, luciérnaga*




Sentirte cerca, hoy, es la mejor postal con la textura de tu risa.

Y es que, aunque sean demasiados los kilómetros que ahora proyecta el mundo entre nosotras, tú siempre serás una de las personas más especiales e importantes de mi vida. Si hay algo por lo que me siento especialmente agradecida es por habernos encontrado desde el principio del camino.

Han sido muchas las veces que abrimos nuestro particular álbum de momentos y, sin sentir vértigo de todo lo que hemos ido dejando atrás, hemos desempolvado recuerdos y hemos sido conscientes de que, prácticamente, nuestras vidas han sido como dos árboles que han crecido en el mismo sentido, aún con diferentes perspectivas. Dos árboles enraizados fuerte de donde, para mi, nacieron los mejores frutos; de nosotras.

Me apaga el viento que aún guardan los árboles, me hechiza el sol que acaricia las hojas flotando entre la inabarcable añoranza, me falta mi otra mitad. Pero brilla tu luz desde bien lejos y la aprieto fuerte y sonrío porque sé que has materializado tu sueño en la intensidad de tu vida.

Podían ser ahora, todos esos momentos enmarcados en fotografías, pistolas cargadas de melancolía, pero no son, sino, nuevos momentos que fotografiar, nuevas distancias que acortar, nuevas experiencias que añadir a toda esta vida juntas, porque somos eso...somos toda una vida.

Acaba de comenzar tu vuelo y yo ya preparo mis alas para ir a verte pronto.

Te quiero, mi luciérnaga.


Ycuandosientasfríocúbreteconlasramasdemidestino...



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