Porque quiero ser revolucionaria de mi propia vida...

sábado, 7 de enero de 2012

Y cada día un cielo.

Sentí tristeza a la llegada de la navidad.
Siempre me recorre la añoranza, una añoranza de casi no recordar, de talar del corazón los recuerdos y cambiarlos por los nuevos, de madera. De la desgana de seguir con el guión...
Pero, una vez llegados mis pasos al calendario, miré de cerca y sentí cómo cada vez estoy un poco más viva, que mi árbol se desborda de motivos que, pendientes bailan, y brillan intermitentes, lejos de caer en lo estático de cada año.

3 de Enero de 2mil12.

He aprendido a ver como las estrellas que más quiero brillan más que nunca en el cielo y como, también, las personas que más quiero están cerca y rebosantes de vida.
Como, con los que se encuentran lejos se estira, sutil, el tiempo, para dejarnos caer un poco más cerca. Y celebro cada día que la amistad es una de esas ramas que añejas oxigenan el camino, que recicla las sonrisas y nos cambia la visión de este mundo del que tantas veces quisiéramos escapar.
Y amar contigo, dentro de esta paleta de colores que cada día jugamos a inventar, mientras nos pasa el tiempo, contándonos las arrugas de tantas cosquillas al corazón.
Son muchas personas, muchos gestos, muchos momentos, los que me han hecho volar y desviarme de esa neblina que nos azota con días de esperanza opaca. Aprendí a desaprender cada día lo establecido, a sentir de qué manera es tan corto el trayecto como para dejar de sorprendernos.
Me he refugiado de las pequeñas cosas para enfrentarme a todo tipo de temporal que se crea capaz de desmontar la ilusión que tengo por la vida, por confiar y por seguir creyendo con más fe que nunca en mi mayor dogma; que es el que se esconde bajo la piel de las personas.
Y aunque este año que dejamos atrás ha sido menos bueno que malo, más gris que soleado, tambaleándonos bien fuerte los cimientos que sujetaron nuestras vidas, nuestro sitio. Me siento con una fuerza inabarcable para sonreírle fuerte al que tenemos por delante y, si de algo estoy segura es que estos días me han servido para no olvidar que lo que más feliz nos hace...son esas personas que tenemos en nuestra vida.

Y, lo mejor de todo, es que el regalo más bonito aún está por llegar.


Osregalounaescena.

3 comentarios:

  1. Qué bonito, qué bonita, qué bonito todo.
    Creo que si hicieses repaso de todos mis comentarios, siempre encontrarías la palabra bonit@. Y es que, no puede ser para menos!
    Tan amarilla como siempre.
    ¡No cambies nunca!

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  2. genial!! como siempre!!optimista en tiempos dificiles,pero sonriente como nunca!!

    como dice Marta no cambies nunca!

    geniovienedegenial.

    besos guapa**

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  3. LUNITA GUAPA!!!
    Mil gracias por tu comentario en mi ventanita, Espero que estés muy bien y radiante como siempre
    Te mando todo mi CARIÑO:)

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