De un tiempo a esta parte quiero ser más práctica, con menos pájaros en la cabeza, un poco peor persona y más ambiciosa. Estamos trabajando en ello, que dirían. No sé si lo lograré.
Lo que está claro es que siempre tuve una capacidad de soñar elevada. Me atrevería a reconocer que a veces siento que no existo entre la multitud porque siempre ando imaginando, pensando, creando historias y situaciones que no son reales. De ahí, quizás, mi despiste y por qué no, introversión en algunos casos.
Así que los libros para mi fueron un paraíso de sueños, ese atrezzo que vestía mi imaginación y me llevaba volando a los infinitos de otras mentes. Fueron mi soporte con el tiempo, unas veces más presentes, otras menos, pero siempre he ido aferrándome a alguno en mi camino, siempre tomé mis sueños y comprobé que existían personas que también soñaban en letras e imaginaban en historias que nos emocionaban a otras miles.
![]() |
*Imagen extraída de la red. |
En definitiva, doy las gracias porque los libros nos oxigenen con su vida, con sus vidas. Porque hagan crecer las nuestras y porque sean esa coraza que tantas veces nos sirva para escondernos a soñar un rato, a disfrutar y a sentir el placer de volar a otra parte, con la música escrita en una partitura diferente.
¡Feliz día del libro, felices libros que marcan las páginas de
nuestros días!