Porque quiero ser revolucionaria de mi propia vida...

domingo, 15 de enero de 2012




Fotografía realizada por Tere López y retocada por mi.

Tenía una grave enfermedad que en ocasiones se burlaba de las contraindicaciones que surgían de la represión de latidos y emociones palpitantes de vida y que, también, por momentos, le aterraba con la posibilidad de volver a caer en picado.
Una verborrea excesiva de sueños le circulaba por la sangre a toda velocidad. Infiltrándose en cada día nuevos deseos de conocer lugares y personas recónditas en un universo de superficiales matices grises. Deseos de desconocer miedos y volar para acercarse al éxtasis de lo que le apasionaba la vida, viendo desde lejos como quedaban a flote aquellos males que le tanto le dolió aprender.
Se mostraba reacia a una realidad absorbente de cualquier condición de alma. Su rendición ante ese fácil espejismo satisfactorio para tantos, suponía una muerte lenta en una vida larga. Y, ¿cómo morir donde brotaban las ganas, sobresalientes, de unas intensas raíces de heroica supervivencia en el fondo de un mecánico cuerpo?
Esa enfermedad podría acabar con ella poco a poco, reduciendo su existencia a la mera vida.


nostalgia*

2 comentarios:

  1. Aiss QUERIDA MÍA, espero que no seas tu la que cargue con ella, pero a decir verdad quien no carga con alguna CRUZ a lo largo o toda su vida??
    Pero yo siempre digo que la MENTE lo puede TODO!!! y que la VOLUNTAD y el TESÓN son BUENOS ALIADOS.
    Me gustan tus FAROLITOS, que no daría yo por tener uno de ellos, porque los cristalitos de colores son mi perdición.
    BESOS QUERIDA, CUIDATE y MÍMATE, porque tu LO VALES!!!:)

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  2. Qué bonica eres, Conchita!
    Por suerte lo de la enfermedad sólo es una metáfora...
    Te mando un besazo gigante y muchas gracias por tus palabras...siempre al pie del cañón!!
    Muá*

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