Porque quiero ser revolucionaria de mi propia vida...

viernes, 6 de septiembre de 2013

Crítica que, finalmente, me critica.


Malgastamos las palabras, olvidamos los primeros planos oxigenados por alientos de verdad, subestimamos la valentía desarrollándola tras una pantalla, cambiamos abrazos por iconos y nervios previos, quizás a un beso, por el sonido de alguna notificación veraz que al alma le contraproduce mentiras.
Alimentamos sentimientos de irrealidad, nos exponemos a todo y a nada tras la superficialidad de lo que enseñamos casi como si estuviésemos también nosotr@s mism@s en venta.
Empiezo a sentir pánico de lo que estamos creando y dónde yo misma he entrado con la misma vulnerabilidad que el resto pero con una conciencia que hasta el momento había considerado auténtica.


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